Luke 2:25-34
25Había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Este hombre, justo a y piadoso, esperaba la consolación de Israel b, y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26Y por el Espíritu Santo se le había revelado c que no vería la muerte d sin antes ver al Cristo ▼▼I.e. al Mesías.
del Señor. 27Movido por ▼▼Lit. Y en.
el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron para cumplir por Él ▼▼Lit. hacer por Él según.
el rito de la ley h, 28Simeón tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo: 29«Ahora, Señor, permite que Tu siervo se vaya En paz, conforme a Tu palabra i; 30Porque mis ojos han visto Tu salvación j 31La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 32Luz de ▼
▼O para.
revelación a los gentiles l, Y gloria de Tu pueblo Israel».
33Y los padres del Niño ▼
▼Lit. su padre y madre.
,
n estaban asombrados de las cosas que de Él se decían. 34Simeón los bendijo, y dijo a Su madre o María: «Este Niño ha sido puesto para caída y levantamiento ▼▼O la resurrección.
de muchos q en Israel, y para ser señal de contradicción,
Copyright information for
NBLA