‏ Daniel 4:32-35

32y serás echado de entre los hombres, y tu morada estará con las bestias del campo; te darán hierba para comer como al ganado, y siete tiempos
I.e., años
pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo domina sobre el reino de los hombres, y que lo da a quien le place b».
33En aquel mismo instante se cumplió la palabra acerca de Nabucodonosor: fue echado de entre los hombres, comía hierba como el ganado y su cuerpo se empapó con el rocío del cielo c hasta que sus cabellos crecieron como las plumas de las águilas y sus uñas como las de las aves.

34Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y recobré mi razón
Lit., conocimiento
, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre;

porque su dominio es un dominio eterno e,

y su reino permanece de generación en generación f.
35Y todos los habitantes de la tierra son considerados como nada g,

mas Él actúa conforme a su voluntad en el ejército del cielo

y entre los habitantes de la tierra h;

nadie puede detener
Lit., golpear
su mano j,

ni decirle: «¿Qué has hecho k?».

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