Acts 16:19-40

19Pero cuando sus amos vieron que se les había ido
Lit. que había salido.
la esperanza de ganancia para ellos b, prendieron a Pablo y a Silas c, y los arrastraron hasta la plaza, ante las autoridades d.
20Después de haberlos presentado a los magistrados superiores, dijeron: «Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad, 21y proclaman costumbres que no nos es lícito aceptar ni observar e, puesto que somos romanos f». 22La multitud se levantó a una contra ellos, y los magistrados superiores, rasgándoles sus ropas, ordenaron que los azotaran con varas g. 23Después de darles muchos azotes, los echaron en la cárcel, ordenando al carcelero h que los guardara con seguridad; 24el cual, habiendo recibido esa orden, los echó en el calabozo interior y les aseguró los pies en el cepo i.

Conversión del carcelero

25Como a medianoche, Pablo y Silas j oraban y cantaban k himnos a Dios, y los presos los escuchaban. 26De repente se produjo un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos l. Al instante se abrieron todas las puertas m y las cadenas de todos se soltaron n. 27Al despertar el carcelero o y ver abiertas todas las puertas de la cárcel, sacó su espada y se iba a matar p, creyendo que los prisioneros se habían escapado. 28Pero Pablo clamó a gran voz, diciendo: «No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí».

29Entonces él pidió luz y se precipitó adentro, y temblando, se postró ante Pablo y Silas q, 30y después de sacarlos, dijo: «Señores, ¿qué debo hacer r para ser salvo?». 31Ellos respondieron: «Cree en el Señor Jesús, y serás salvo s, tú y toda tu casa t».

32Y le hablaron la palabra del Señor
Algunos mss. antiguos dicen: de Dios.
a él y a todos los que estaban en su casa.
33El carcelero los tomó en aquella misma hora de la noche v y les lavó las heridas, y enseguida fue bautizado con todos los suyos. 34Llevándolos a su hogar, les dio de comer
Lit. les puso la mesa.
, y se regocijó grandemente por haber creído en Dios con todos los suyos
O con toda su familia.
,
y.

Vindicación de Pablo y Silas

35Cuando se hizo de día, los magistrados superiores enviaron a sus oficiales, diciendo: «Suelta a esos hombres». 36El carcelero z comunicó a Pablo estas palabras, diciendo: «Los magistrados superiores han dado orden de que les suelte. Así que, salgan ahora y vayan en paz aa». 37Pero Pablo les dijo: «Aunque somos ciudadanos
Lit. hombres.
romanos ac, nos han azotado públicamente sin hacernos juicio y nos han echado a la cárcel; ¿y ahora nos sueltan en secreto? ¡De ninguna manera! Que ellos mismos vengan a sacarnos».

38Los oficiales informaron esto a los magistrados superiores, y al saber que eran ciudadanos romanos, tuvieron temor ad. 39Entonces vinieron y les suplicaron, y después de sacarlos, les rogaban que salieran de la ciudad ae. 40Cuando salieron de la cárcel, fueron a casa de Lidia af, y al ver a los hermanos ag, los consolaron
O los exhortaron.
y se fueron.
Copyright information for NBLA