Ecclesiastes 11:3-10

3Si las nubes están llenas,

Derraman lluvia sobre la tierra;

Y caiga el árbol al sur o al norte,

Donde cae el árbol allí se queda.
4El que observa el viento no siembra,

Y el que mira las nubes no siega.
5Como no sabes cuál es el camino del viento a,

O cómo
Muchos mss. dicen: en.
se forman
Otra posible lectura es: Como no sabes por dónde entra el espíritu a.
los huesos en el vientre de la mujer encinta
Lit. llena.
,
e,

Tampoco conoces la obra de Dios f que hace todas las cosas.
6De mañana siembra tu semilla

Y a la tarde no des reposo a tu mano,

Porque no sabes si esto o aquello prosperará,

O si ambas cosas serán igualmente buenas g.

Consejos a la juventud

7Agradable es la luz,

Y bueno para los ojos ver el sol h.
8Ciertamente, si un hombre vive muchos años,

Que en todos ellos se regocije i,

Pero recuerde que los días de tinieblas j serán muchos.

Todo lo por venir es vanidad.
9Alégrate, joven, en tu juventud,

Y tome placer tu corazón en los días de tu juventud.

Sigue los impulsos
Lit. caminos.
de tu corazón y el gusto de
Lit. lo que ven.
tus ojos m;

Pero debes saber que por todas estas cosas, Dios te traerá a juicio n.
10Por tanto, aparta de tu corazón la congoja

Y aleja el sufrimiento
Lit. mal.
de tu cuerpo
Lit. carne.
,
q,

Porque la juventud y la primavera de la vida son vanidad.

Ecclesiastes 12

Capítulo 12

1Acuérdate, pues, de tu Creador r en los días de tu juventud,

Antes que vengan los días malos s,

Y se acerquen los años en que digas:

«No tengo en ellos placer».
2Antes que se oscurezcan el sol y la luz,

La luna y las estrellas t,

Y las nubes vuelvan tras la lluvia;
3El día cuando tiemblen los guardas de la casa

Y los fuertes se encorven u,

Las que muelen estén ociosas porque son pocas,

Y se nublen v los que miran por las ventanas
O aberturas.
.
4Cuando además se cierren las puertas de la calle

Por ser bajo el sonido del molino x,

Y se levante uno al canto del ave,

Y todas las hijas del canto sean abatidas y;
5Se temerá a la altura y a los terrores en el camino.

Cuando florezca el almendro, se arrastre la langosta y la alcaparra pierda su efecto
O y se pierda el apetito.
;

Porque el hombre va a su morada eterna aa

Mientras los del duelo ab andan por la calle.
6Acuérdate de Él antes que se rompa
Así en la versión gr. (sept.); en heb. sea quitado.
el hilo de plata,

Se quiebre el cuenco de oro ad,

Se rompa el cántaro junto a la fuente,

Y se haga pedazos la rueda junto al pozo;
7Entonces el polvo volverá a la tierra como lo que era ae,

Y el espíritu volverá a Dios af que lo dio ag.
8«Vanidad de vanidades», dice el Predicador, «todo es vanidad ah».

Conclusión

9El Predicador, además de ser sabio, enseñó también sabiduría al pueblo; y reflexionó, investigó y compuso muchos proverbios ai. 10El Predicador trató de encontrar palabras agradables aj, y de escribir correctamente palabras de verdad ak.

11Las palabras de los sabios al son como aguijones am, y como clavos an bien clavados las de los maestros de estas colecciones, dadas por un Pastor. 12Pero además de esto, hijo mío, estate prevenido: el hacer muchos libros no tiene fin ao, y demasiada dedicación a ellos es fatiga del cuerpo
Lit. de la carne.
,
aq.

13La conclusión, cuando todo se ha oído, es esta:

Teme a Dios ar y guarda Sus mandamientos as,

Porque esto concierne a toda persona at.
14Porque Dios traerá toda obra a juicio,

Junto con todo lo oculto,

Sea bueno o sea malo au.

CANTARES

Song of Solomon 1

Capítulo 1

La esposa habla a las hijas de Jerusalén

El cantar
O El mejor.
de los cantares de Salomón aw.

LA ESPOSA:

1

2«¡Que me bese con los besos de su boca!

Porque mejores son tus amores que el vino ax.
3»Tus ungüentos tienen olor agradable ay,

Tu nombre es como ungüento purificado az;

Por eso te aman las doncellas ba.
»Llévame en pos de ti bb y corramos juntos.

El rey me ha llevado a sus cámaras».

EL CORO:

LA ESPOSA:

4

5«Soy morena pero preciosa bc,

Oh hijas de Jerusalén bd,

Como las tiendas de Cedar be,

Como las cortinas de Salomón.
6»No se fijen en que soy morena,

Porque el sol me ha quemado.

Los hijos de mi madre se enojaron conmigo bf;

Me pusieron a guardar las viñas bg,

Pero mi propia viña no guardé.
»Dime, amado de mi alma bh:

¿Dónde apacientas tu rebaño bi?

¿Dónde lo haces descansar al mediodía?

¿Por qué he de ser yo como una que se cubre con velo bj

Junto a los rebaños de tus compañeros bk?».

EL CORO:

7

8«Si tú no lo sabes,

¡Oh la más hermosa de las mujeres bl!,

Sal tras las huellas del rebaño,

Y apacienta tus cabritas

Junto a las cabañas de los pastores».

Diálogo entre los esposos

EL ESPOSO:



9«A mi yegua, entre los carros de Faraón bm,

Yo te comparo, amada mía bn.
»Hermosas son tus mejillas bo entre los adornos,

Tu cuello entre los collares bp».

EL CORO:

10

«Haremos para ti adornos de oro

Con cuentas de plata».

LA ESPOSA:

11

12«Mientras el rey estaba a la mesa,

Mi perfume esparció su fragancia bq.
13»Mi amado es para mí como bolsita de mirra br

Que reposa toda la noche entre mis pechos.
»Ramillete de flores de alheña bs es mi amado para mí

En las viñas de En Gadi bt».

EL ESPOSO:

14

«¡Cuán hermosa eres, amada mía,

Cuán hermosa eres!

Tus ojos son como palomas bu».

LA ESPOSA:

15

16«¡Cuán hermoso eres, amado mío bv,

Y tan placentero!

Ciertamente nuestro lecho es de exuberante verdor.
17»Las vigas de nuestras casas son cedros bw,

Nuestros artesonados, cipreses bx».

Song of Solomon 2:1-10

Capítulo 2

LA ESPOSA:

«Yo soy la rosa by de Sarón bz,

El lirio ca de los valles».

EL ESPOSO:

1

«Como el lirio entre los espinos,

Así es mi amada cb entre las doncellas».

LA ESPOSA:

2

3«Como el manzano cc entre los árboles del bosque,

Así es mi amado entre los jóvenes.

A su sombra placentera me he sentado,

Y su fruto cd es dulce a mi paladar.
4»Él me ha traído ce a la sala del banquete,

Y su estandarte cf sobre mí es el amor.
5»Susténtenme con tortas de pasas cg,

Reanímenme con manzanas ch,

Porque estoy enferma de amor ci.
»Que su izquierda esté bajo mi cabeza

Y su derecha me abrace cj».

EL ESPOSO:

6

«Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén ck,

Por las gacelas o por las ciervas cl del campo,

Que no levanten ni despierten a mi amor

Hasta que quiera cm».

LA ESPOSA:

7

8«¡Una voz! ¡Mi amado!

¡Miren, él viene,

Saltando por los montes cn,

Brincando por los collados!
9»Mi amado es semejante a una gacela o a un cervatillo co.

¡Miren, se detiene detrás de nuestro muro,

Mirando por las ventanas,

Espiando por las celosías cp!

10»Mi amado habló, y me dijo:

“Levántate, amada mía, hermosa mía,

Y ven conmigo cq.
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