Esther 4:3-6

3En cada una de las provincias y en todo lugar donde llegaba la orden del rey y su decreto, había entre los judíos gran duelo y ayuno a, llanto y lamento. Muchos se acostaban sobre cilicio y ceniza.

4Vinieron las doncellas de Ester y sus eunucos y se lo comunicaron, y la reina se angustió en gran manera. Y envió ropa para que Mardoqueo se vistiera y se quitara el cilicio de encima, pero él no la aceptó. 5Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos que el rey había puesto a su servicio
Lit. delante de ella.
, y le ordenó que fuera a Mardoqueo para saber qué era aquello y por qué.
6Y salió Hatac a donde estaba Mardoqueo en la plaza de la ciudad, frente a la puerta del rey.
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