Psalms 4

Para un sueño apacible. Oración vespertina

1
1. Todo el Salmo respira paz y confianza en Dios, por ello la Iglesia lo incorporó al Oficio de Completas que se reza todas las noches. El título en la Vulgata dice “Para el fin” y según San Jerónimo: “al vencedor”.
Al maestro de música. Para instrumentos de cuerda. Salmo de David.
2Cuando te invoque,
óyeme ¡oh Dios de mi justicia!
Tú, que en la tribulación me levantaste,
ten misericordia de mí, y acoge mi súplica.
3
3. Hijos de hombres: designa en el lenguaje de la Sagrada Escritura frecuentemente a los ricos y poderosos; aquí a los rebeldes que se han levantado contra David.
Hijos de hombres
¿hasta cuándo seréis insensatos?
¿Por qué amáis la vanidad
y buscáis lo que es mentira?
4
4. Al santo suyo: o sea su fiel David. Nótese el amor con que el santo rey atribuye todos los méritos a Dios. Figura en esto a Jesucristo, que todo lo atribuye al Padre (cf. Juan 3, 16; 6, 32; 11, 42; 12, 49-50; 14, 13; 15, 8; 17, 1 ss. etc.) Por eso se dice que Dios es admirable en sus santos (Salmo 67, 36), pues nada pudieron tener estos que no lo recibieran de Él. Cf. Salmo 20, 6 y nota. “De donde clarísimamente se debe creer que aquella tan grande y admirable fe del ladrón a quien Dios llamó a la patria del paraíso (Lucas 23, 43), del centurión Cornelio, a quien fue enviado el ángel del Señor (Hechos 10, 3), y de Zaqueo, que llegó a recibir al mismo Señor (Lucas 19, 6), no fue don de la naturaleza sino de la generosidad de Dios” (Denz. 200).
Sabed que Yahvé favorece
maravillosamente al santo suyo;
cuando le invoco, Yahvé me oye.
5
5. Temblad: la Vulgata dice: Airaos, y San Pablo (Efesios 4, 26) coincide con ella al citar este versículo según los LXX. Este otro sentido queda también confirmado como bueno por la autoridad del Apóstol.
Temblad, y no queráis pecar;
dentro de vuestros corazones,
en vuestros lechos, recapacitad y enmudeced.
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6. Sacrificios de justicia, o sea, de obediencia a la Ley de Dios, superiores a los de iniciativa propia (cf. Eclesiástico 35, 1; I Reyes 15, 22; Proverbios 21, 3; Oseas 6, 6, citado en Mateo 9, 13; Zacarías capítulo 7, etc.).
Ofreced sacrificios de justicia,
y esperad en Yahvé.
7
7. Los bienes: es decir, los días felices. La luz de tu rostro: el favor, el auxilio de Dios.
Muchos dicen:
“¿Quién nos mostrará los bienes?”
Alza Tú sobre nosotros
la luz de tu rostro, oh Yahvé.
8
8. En la Vulgata se refiere este versículo a los enemigos bien abastecidos; en el hebreo, a David mismo.
Tú has puesto en mi corazón mayor alegría
que cuando abunda trigo y vino.
9
9. Apenas me acuesto: ¡Qué remedio contra los insomnios que suelen venir del corazón inquieto! Cf. Salmo 62, 7 y nota.
Apenas me acuesto, me duermo en paz,
porque Tú me das seguridad, oh Yahvé.
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