‏ Tobit 1

Tobías permanece fiel a la Ley

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1. El griego llama Tobit al padre, distinguiéndolo de su hijo, que se llama Tobías.
Tobías, de la tribu y ciudad de Neftalí, situada en la Galilea superior, sobre Naasón, detrás del camino que va hacia el Occidente, teniendo a la izquierda la ciudad de Sefet,
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2. Es el rey Salmanasar V (727-723 a. C.) Este inició el sitio de Samaria, y su hijo Sargón II (722-705), se apoderó de ella, llevando al cautiverio los restos de la nación. Ya antes el rey Teglatfalasar III (745-727) había capturado la mayor parte de los neftalitas (IV Reyes 15, 29).
fue llevado cautivo en tiempo de Salmanasar, rey de los asirios pero a pesar de hallarse en cautiverio no abandonó la senda de la verdad,
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3. Heroica conducta: vivir en la miseria del cautiverio, en una ciudad corrompida (Nínive) que no parecía dar lugar a la virtud, y sin embargo ayudar a los hermanos cautivos como él.
de suerte que de cuanto tenía, repartía todos los días a los hermanos de su nación, cautivos como él mismo.

4Aunque siendo el más joven de todos los de la tribu de Neftalí, no había nada pueril en sus acciones; 5
5. Véase III Reyes 12, 28 s.
de manera que cuando todos iban a los becerros de oro que había hecho Jeroboam, rey de Israel, solo él huía la compañía de todos los demás;
6y se iba a Jerusalén al Templo del Señor, donde adoraba al Señor Dios de Israel, ofreciendo fielmente todas sus primicias y sus diezmos. 7
7. Véase Deuteronomio 14, 28 s. y 26, 12 s.
Cada tercer año repartía a los prosélitos y a los forasteros todo el diezmo.
8Estas y otras cosas semejantes, prescritas por la Ley de Dios, observaba desde jovencito. 9Hombre ya, se casó con una mujer de su tribu, llamada Ana, de la cual tuvo un hijo, a quien puso su nombre, 10
10. Desde la niñez hay que educar a los hijos, si no, nunca se logra educarlos. “El alma, mientras es todavía tierna y blanda como cera…, debe ser imbuida desde el principio con todas las cosas buenas” (San Basilio).
y le enseñó desde la niñez a temer a Dios, y a guardarse de todo pecado.

Su amor al prójimo

11Por eso, cuando fue llevado cautivo con su mujer e hijo y toda su tribu a la ciudad de Nínive, 12
12. Viandas que habían sido sacrificadas a los ídolos y que eran abominación para los judíos. Cf. I Corintios 8, 1 ss.
aunque todos comían de los manjares de los gentiles, Tobías guardó pura su alma, sin contaminarse jamás con sus viandas.

13Porque se acordaba del Señor con todo su corazón, Dios le hizo grato a los ojos del rey Salmanasar; 14el cual le dio permiso para ir adonde quisiese, y libertad de hacer cuanto le gustase. 15Iba, pues, a visitar a todos los que estaban en cautiverio, y les daba consejos saludables. 16
16. Un talento: 58 o 26 kilogramos.
Llegado que hubo a Rages, ciudad de los medos, con diez talentos de plata, procedentes de las remuneraciones que había recibido del rey, y
17viendo en necesidad entre la mucha gente de su nación a Gabelo, de su misma tribu, le prestó dicha suma de dinero contra un recibo firmado de su mano.

Conducta heroica de Tobías

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18. La palabra “hijo” se toma en la Sagrada Escritura también en un sentido más amplio: nieto, pariente. En realidad era Senaquerib nieto de Salmanasar.
Al cabo de mucho tiempo, murió el rey Salmanasar, y reinó en su lugar su hijo Senaquerib, que tenía gran odio contra los hijos de Israel.
19Visitaba entonces Tobías cada día a los de su parentela, los consolaba; y repartía a cada uno, según podía, una porción de sus bienes. 20Sustentaba a los hambrientos, vestía a los desnudos, y mostraba gran celo en dar sepultura a los que habían fallecido, o habían sido matados. 21
21 s. Alusión a la derrota de Senaquerib en Jerusalén (IV Reyes 19, 35 s.; II Paralipómenos 32, 21; Isaías 37, 36 s.). Sepultaba: obra de misericordia sumamente agradable a Dios, como se nos muestra en 12, 12 (cf. II Reyes 21, 14). Nótese que Tobías daba sepultura a sus hermanos a pesar de la sentencia de muerte fulminada contra él. La verdadera caridad no se detiene por los peligros, ni por las amenazas, ni por la muerte.
Cuando el rey Senaquerib, luego que volvió huyendo de Judea a causa de la plaga con que Dios le había castigado por sus blasfemias, mataba en su furor a muchos de los hijos de Israel, Tobías sepultaba sus cadáveres.
22Lo que habiendo llegado a noticia del rey, mandó quitarle la vida y le quitó todos sus bienes. 23
23. No fue una huida cobarde, sino la única manera de salvar la vida, sin ofender las leyes de Dios. Así huyeron Moisés, David, Elías y los mismos apóstoles.
Mas Tobías huyó con su hijo y su mujer, y despojado de todo se escondió, porque tenía muchos amigos.

24Cuarenta y cinco días después asesinaron al rey sus propios hijos. 25Entonces Tobías volvió a su casa, y le fueron restituidos todos sus bienes.
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